Ewige Anima
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Micltan Kahn Mors Crisvector

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Mensaje por Ulquiorra Jue Ago 06, 2015 6:36 pm


Micltan Kahn Mors Crisvector 30iud7a
“En esta posada los muertos cuentan su vida y se ríen de quien estando vivo desea estar muerto; en el más allá nunca dan de beber.”

Nombre CompletoApodo
Mictlan K. Mors C.Dis Pater

GéneroEdad
Masculino28 años.

RazaPertenece a:
DemonioClan Crisvector.




Datos generales




Lugar de Nacimiento: Gante, Bélgica.

Maestro: Morrigan, la Diosa Celta de la muerte.

Subordinados: Mictlan tiene bajo su total dominio a todos los difuntos que siguen a la espera de su asignación en las puertas ya sean del infierno o del cielo. También puede invocar a quienes ya están dentro de cada uno, pero esto requiere más energía y significaría menos control mental.

Pareja: ---

Puesto que ocupa: Comandante en conflictos y guardián secundario.

Poderes: Para comenzar con el listado de las habilidades de Mictlan, se debe mencionar primero su más efectiva técnica. El licántropo mantiene una conexión con Morrigan, Diosa de la Muerte, por lo que tiene un dominio casi total sobre la vida y la muerte mismas. Entre las muchas cosas que esto le permite hacer, está el hecho de que puede resucitar a los difuntos e invocarlos en cualquier lugar que él desee. Los cadáveres reanimados que invoca Mictlan llegan a ser masas innumerables y extremadamente peligrosas que carecen de mente propia, por lo que Mictlan puede manejarlos a su antojo y darles cuantas órdenes necesite. Sin embargo,  Mictlan Kahn sólo puede invocar en masa a los cuerpos que no han entrado a las puertas ni del infierno no del cielo, esto no significa que no pueda invocar a los que ya entraron, pero reanimar a un muerto que ya tiene su lugar en alguno de los dos cimientos eternos requiere de más desgaste de energía, y controlar sus mentes requiere un poco más de esfuerzo. Los cuerpos controlados por Mictlan mantienen sus mismas habilidades de cuando estaban vivos, más una extra que obtienen al volver a la vida que involucra un alma putrefacta que emana humos casi invisibles de sus cuerpos, y el cual porta una enfermedad de pronta infección que logra que quienes se encuentren cerca de un cadáver por un largo tiempo, sean mordidos por estos, rasguñados o de alguna forma se introduzca algún fluido del cadáver en el ADN del vivo, comiencen de inmediato a sentir una debilidad física comparable sólo con aquella que se siente antes de morir, además de una fiebre de muy alta temperatura y finalmente llegando a una lenta y agonizante muerte. Esta habilidad es conocida como La Infección de la Muerte. Sin embargo, y como ya explico antes, esto se limita a las masas de reanimados que aún no entran en el infierno o cielo, si Mictlan resucita a un difunto que ya entró, La Infección de la Muerte no tiene el mismo efecto, sino uno ligeramente más débil. Por otra parte, esto se compensa con el hecho de que los reanimados que tienen la Infección más débil, tienen una velocidad, fuerza y resistencia aumentada mil veces a la que tenían cuando vivos.
Ninguno de los dos grupos de reanimados, ni los que estaban fuera ni los que estaban dentro de los cimientos eternos,  pueden volver a morir con ataques simples. Sólo existe una forma de regresarlos a la muerte.
Mictlan tiene también la habilidad de transportarse en un instante a largas distancias e incluso entre dimensiones. También puede generar energía plasmática que puede expulsar de su cuerpo en forma de proyectiles o escudos. Esta energía, de un color grisáceo, es capaz de una tremenda destrucción tanto física como mental, pues además de ser un detonador de gran potencia, también puede ser utilizado para entrar en la mente de las personas y matar las neuronas para apagar el cerebro.
Además de esto, Mictlan tiene la capacidad de entrar en tres fases diferentes a su original que le proporcionan una fuerza, velocidad, poder y energía muchísimo mayores en cada fase, cada una también otorgándole una habilidad extra.
La fase Barca Olum: al convertirse en su primera fase, Mictlan aumenta su nivel de poder en un 300% En ella es portador de una oz de dos picos que extrae el espíritu del cuerpo de sus víctimas, además de una linterna en llamas que le permite crear torrentes de Fuego proveniente del infierno. Su poder extra es la habilidad de aumentar su tamaño hasta a 20 metros, siendo capaz de recoger más de diez almas a la vez.
La fase Serseri Ruhu, o sólo Ruhu: La segunda fase aumenta el poder de la anterior en un 300% En ella la linterna de fuego se vuelve un libro de Muerte. En él puede incluir el nombre de su víctima, causándole una maldición de horribles efectos y una muerte agonizante después de 6 días. Sin embargo, para que se cumpla esto último, Mictlan debe permanecer ya sea en su segunda fase o en la tercera, lo cual es muy difícil incluso para él, imposible para muchos otros. Su poder extra es la capacidad de volverse completamente invisible, siendo totalmente imperceptible su ubicación dándole así la oportunidad de escribir el nombre sin ser interrumpido.
La fase Cehennem: en su tercera fase, Mictlan aumenta el poder de su fase anterior en un 1500% En ella el libro de la Muerte regresa a ser una linterna de un humo verde conectada a una oz por una larga cadena. Jamás se le ha visto en esta fase. Al menos nadie ha podido contar que lo haya visto.

Extras: Mictlan Kahn es un hábil espadachín y gran estratega. En estas dimensiones mágicas, es un pionero en el uso de armas de fuego humanas que él mismo altera para ser mucho más potentes.



Descripción física

En su fase humana, Mictlan Kahn es un hombre aparentemente de 35 años, de cuerpo musculado y bastante trabajado y complexión atlética. Es más alto de lo normal, lo que lo vuelve un tanto intimidante. Tiene el cabello largo y lacio de un color cenizo que siempre lleva suelto y despeinado. A pesar de resultar atractivo para muchas, Mictlan no cuida mucho su apariencia física, por lo que por lo general se le ve con velo facial de días. Tiene los ojos amarillos penetrantes y sedientos rodeados por unas ojeras rojas que no se borran aunque Mictlan duerme bastante. Es de piel extremadamente pálida.
Es muy raro encontrarlo en su fase lobuna, pero Mictlan es un lobo negro cenizo cuyos ojos amarillentos resaltan aún más en su cuerpo completamente pétreo que en el pálido de su figura humana.

Fase Barca Olum: Un hórrido esqueleto alado vestido de una desgastada túnica negra.
Fase Ruhu: Mientras es visible, se puede apreciar el cuerpo de un hombre con el cráneo esquelético y sin ojos vestido en un estilo Azteca.
Fase Cehennem: Un esqueleto mucho más imponente y alto con ojos verdes muy brillantes. Su cuerpo totalmente cubierto por prendas negras.



Descripción psicológica

Mictlan es un hombre extrovertido y muy indiferente a lo que pasa a su alrededor. Podría haber tormenta y cada rayo caer a sus pies, y él seguiría durmiendo o soñando despierto. A pesar de ser una persona sanguínea, no es distraído ni de poca cabeza. A decir verdad, es una persona muy inteligente y calculador, y pese a lo que muchos creerían debido a su apariencia e historia, no es frívolo o sediento de sangre, es simplemente un hombre relajado y fiel sólo a su nombre, por lo que poco le importa el resto de la gente, a excepción de su nueva familia.
Es una persona muy bien dominada psicológicamente. Es muy difícil hacerlo enojar o sacarlo de sus casillas y, del otro lado, le es muy sencillo volver locos a los que le rodean, pues su personalidad sarcástica, burlona y muy tranquila resulta irritante para las personas que no logran un nivel de calma como él, “un ser tan arrogante que no debería merecer ser feliz.”
Por lo general está libre de problemas pues a nadie le gusta meterse con él. Mas esto no evita que las personas que a simple vista no le sean de agrado se enfrenten a sus constantes burlas y frases sarcásticas. Por ello la mayoría de sus conocidos le detestan, pero aquellos que le conocen bien, lo que se limita prácticamente a los Crisvector y Setan, llegan a ser como sus hermanos y logran disfrutar de su compañía, incluso acostumbrándose a su humor o bien, si aun así les molesta y Mictlan quiere tener una buena relación con ese alguien, evita hablar de manera socarrona y cambia, sin dejar de ser él mismo, para dejar las cosas tranquilas entre él y los que aprecia.




Historia

“Déjenme contarles una historia que hará sus huesos helar. Una historia sobre un horror que yo mismo atestigüé años atrás… Una noche, vagando en el oscuro bosque, quería un trago fuerte… pero nada más. Caminaba sin rumbo, disfrutando la brillante luz de luna… con la mirada fija al cielo, en las estrellas…  Y que poca consciencia tenía, que no me percaté de una presencia cuyos aires soplaban en mi piel… observando cada uno de mis movimientos con siniestra actitud.
Destrozado por el miedo, mi repentina debilidad me hizo caer de rodillas… mientras algo me embistió desde los espectrales árboles. Me arrastró a un lugar impío y fantasmal… impuro y sobrio de toda santidad… y fue ahí donde caí de la gracia existente.
Y entonces Ellos me invocaron… querían que me les uniera, que me uniera a la Danza de la Muerte. Dentro del círculo de fuego yo los seguí, me tomaban de la mano, con sus dedos descarnados y húmedos… temblando como aterrados de la luz, como si fueran niños queriendo mostrarme algo único y nuevo… Y así al medio de Ellos fui llevado.
Y pareciera que el tiempo se hubiera detenido del todo, adormeciendo mi cuerpo entero en un miedo colosal. Pero yo… yo aún quería seguir… Y el flamear del fuego en el suelo oscuro no me hería los pies mientras caminaba entre las brasas ardientes.
Y me sentí en el más extraño de los trances… fue como si mi espíritu abandonara mi cuerpo para siempre, como si mi cuerpo se volviera una escarcha de hielo, pero completamente hueco. Ah… si tan sólo alguien se hubiera encontrado ahí para testificar lo que me pasó en aquella pavorosa y tétrica noche…
Y yo bailé… o mi cuerpo extrañado… yo salté… yo canté con Ellos. Y en sus nublados y ulcerados ojos no se veía otra cosa que Muerte… Oh, figuras sin vida…. todos Ellos… Todos eran unos Muertos sin alma… ¡Todos! … Todos habían ascendido desde infierno…
Y mientras mi casi inconsciente cuerpo danzaba con la Muerte, mi espíritu a lo lejos y en total libertad, estaba riendo y aullándome con los ojos sarcásticos en mí… mientras mi cuerpo estático entre la vida y la muerte bailaba en el círculo de Los no Muertos.
Fue hasta que el tiempo decidió reunirnos a los dos una vez más. Mi espíritu burlón bajaba a mí, y yo no sabía si estaba vivo o muerto, mientras los Otros se unían también a nuestra cohesión… sin ser llamados se acercaron y sus gritos en horrísonas quejas destrozaron mis tímpanos…
Por suerte para mi alma fatigada, un destello de luz y agua comenzó a pocos metros de mí, y se llevó la atención lejos… muy lejos de mí. Cuando Ellos alejaron sus putrefactos ojos de mí, fue el momento que comencé a huir.
Corrí como el infierno… Más veloz que el viento del diablo… Pero hacia a tras jamás volteé. Jadeaba en busca de aire para mis encarbonados pulmones sin funcionamiento, y las ramas fantasmales del bosque arañaban mi rostro como intentando detenerme.  Mas a  una cosa no me atrevía… y era mirar hacia atrás.
Déjenme decirles… cuando sepan que su tiempo ha llegado; deben sentirse preparados para recibirlo… sin temblores ni cobardías. Digan adiós a todos en su memoria… Beban… y recen una última vez…
Cuando vas entrando en sopor, cuando estás recostado en tu cama, y despiertas de tus sueños para ir a danzar con los no Muertos…
Y a este día me resigno y supongo… que jamás sabré por qué sólo me dejaron ir… Pero sé… sé muy bien, que no volveré a danzar jamás… hasta que la Muerte vuelva a pedirme que le conceda una última pieza.”



Mictlan Kahn ya había cumplido sus eternos 35 años cuando ocurrió la matanza de los Crisvector a manos de los EIEN. La razón es muy sencilla, Mictlan Kahn había sido arrastrado al abismo. Esta es una historia que le gusta contar a los que les interesa su pasado, en ella narra los hechos que ocurrieron cuando conoció a la Diosa Celta de la Muerte, Morrigan. Ella le escogió como “su Lich”, El Cantar de La Muerte, otorgándole habilidades increíbles que volvieron a Mictlan un ser sumamente poderoso.
Llegó a vagar por distintas dimensiones como un mensajero de la Muerte, llevándose almas y, cuando tenía nada mejor qué hacer, sembrando caos por todos lados. Cuando llegó a esta dimensión, pudo encontrarse con Isis Crisvector, con quien tuvo un enfrentamiento que llegó a durar dos semanas enteras sin descanso ni ganador. Cuando pasó el décimo cuarto día, Isis despertó el conocido Ojo Blanco, con lo que Mictlan Khahn, quien ya de por sí estaba fascinado con la pelirroja, se quedó helado no sólo por el hecho de ver a alguien capaz de despertar una de las dos técnicas oculares más codiciadas del universo, además del Rinnegan, sino porque creía extinto a su clan. Se presentó como un sobreviviente Crisvector más, y así logró reunirse con un grupo de personas por quienes pronto comenzó a sentir afecto.



Extras

~Mictlan llegó a tener una relación física con Morrigan. Pero después de tanto tiempo de no verla, no siente más ese interés hacia ella.
~Muy pocas veces se le ha visto entrar en su primera Fase, y mucho menos en las otras dos. Eso se debe a que sus habilidades básicas siempre son más que suficientes.
~Duerme demasiado.
~Tiene un collar que siempre lleva con él. Aunque nunca ha dicho cómo lo consiguió, se sabe que está relacionado con el abismo.
~Llegó a ser pirata en otra dimensión, donde conoció a Isis Crisvector.
~Es enemigo de Kuroi Dolohov, hijo de los Condes del Inframundo Ling Dolohov y Okuni Dolohov.
~Adora tomar cerveza y es común encontrarlo borracho.



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